2016
Una semilla que planté
En 2016, mientras aún estudiaba Administración de Empresas, descubrir que estaba embarazada de mi hija, Valentina, me aclaró aún más mi propósito. Este momento sagrado redefinió toda mi trayectoria, despertando en mí un deseo inquebrantable de crear algo que tuviera un impacto positivo en el planeta. Ahí surgió la idea de De La Terre: no solo una marca de cosméticos, sino un compromiso con la reducción del plástico y la construcción de un futuro más consciente. Al fin y al cabo, la verdadera Belleza Limpia no usa plástico, ¡y ese es el mayor problema al que nos enfrentamos hoy! Con este espíritu, aún embarazada, di mi primera presentación memorable en el bar de la universidad, soñando con una cosmética natural guiada por la conciencia y el cuidado.
2017
El florecimiento de la maternidad y mi sueño
El año 2017 marcó la llegada de mi Valentina al mundo. Con tan solo seis meses, la pequeña ya sostenía mi diploma de recién graduada, un poderoso símbolo de la fusión entre la maternidad y el éxito académico. En la intimidad de la lactancia, comencé la alquimia de mis primeras fórmulas y el estudio a fondo de los ingredientes botánicos activos, compaginando el cuidado dedicado de mi hija con los primeros borradores de un ambicioso plan de negocios.
EL CASI FINAL
La resiliencia que transforma los desafíos en fortaleza
La trayectoria de De La Terre no ha estado exenta de dificultades. Enfrenté dos experiencias corporativas traumáticas que pusieron a prueba mi resiliencia: en la primera, sufrí un duro golpe y vi cómo plagiaban mis fórmulas, un duro golpe para mi creatividad y confianza. En la segunda, en 2024, una transición mal planificada casi llevó a la empresa a la ruina, con cambios drásticos en el sitio web, la fábrica y toda su estructura. Sin embargo, es en los momentos de mayor adversidad cuando se revela el verdadero espíritu emprendedor. Con el invaluable apoyo de Gabi y de toda mi red de apoyo, reconstruí la marca, fortaleciendo aún más mi propósito y mi esencia.
2025
Raíces fuertes y miradas hacia el futuro
En 2025, De La Terre vive su etapa más sólida. Con raíces profundamente arraigadas en el patrimonio ancestral del bosque y la mirada puesta en el futuro de la ciencia y la sostenibilidad, la marca se prepara para expandir su presencia en Europa y comenzar su audaz expansión en Asia.
Para mí, De La Terre trasciende el concepto de una simple marca de cosméticos; es un proyecto de vida que floreció con verdad, superó los obstáculos con admirable resiliencia e innovó con una ética inquebrantable. Hoy, representa un Brasil que crea con alma, ciencia y un propósito inspirador, mostrando al mundo el poder de la conexión entre la feminidad, la naturaleza y el futuro.
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